Patricia Van Ploeg
10 de julio de 1997
Ambito Financiero
Este año se perfila como el de la recuperación de la ganadería en la Argentina. Tras décadas de marginación, debido al boom agrícola, los campos de cría e invernada repuntaron 30% en los últimos tres meses. En efecto, durante el año pasado, los precios de la hectárea en la zona de cría de la provincia de Buenos Aires (Ayacucho, Rauch, Las Flores) rondaban en 300/350 u$s/ha, valores que se mantuvieron hasta abril cuando los negocios concretados comenzaron a impulsar los valores hasta afirmarse en junio a u$s 460 por hectárea. Otro tanto ocurrió con los campos de invernada (Trenque Lauquen, Villegas): hoy se valúan en 1.750 u$s/ha, cuando en febrero rondaban en 1.350 u$s/ha.
La declaración de la Argentina como libre de aftosa con vacunación, la no existencia de BSE ("vaca loca") y la posibilidad concreta de exportar carne fresca a los Estados Unidos, a Rusia y a países asiáticos permitirían reposicionar a la ganadería, y en consecuencia se beneficiarían los productores vacunos en el mediano plazo. Estos factores de futura prosperidad serían las principales causas de la fuerte suba de los precios de los campos ganaderos.
Sin embargo, los analistas coinciden en que, hasta el año pasado, hubo una fuerte liquidación de stocks de vacunos ante la merma en la rentabilidad del sector. Esto llevó a un recorte en las existencias (que el año pasado fueron calculadas en 50,8 millones de cabezas, 11,4 millones de la cuales van a faena). Si bien la recuperación puede llevar varios años, ya se vislumbra mayor optimismo en el mercado. Durante el último mes, los precios de la hacienda repuntaron cerca de 4,5 % en Liniers (en la última semana de junio el precio promedio de novillo se cotizó en $ 0,913 contra $ 0,873 del último promedio semanal de mayo) debido al impulso dado por el consumo.
La sequía y la necesidad de dinero por parte de los productores liquidez fueron las excusas que hasta ahora se esgrimían ante la liquidación de hacienda, ya que predominaba la venta de lotes más livianos. No obstante, la baja de los precios de granos llevaron a un replanteo del negocio agropecuario. El año pasado se cultivó aun en áreas no aptas para agricultura, afirman algunos especialistas, causando graves complicaciones en los campos. Esta situación tendería a revertirse durante la nueva campaña '97/'98.
El especialista Mario Arbolave sostuvo a Ambito Financiero que "en el rubro ganadero los mercados se han anticipado, ya que a diferencia de los resultados agrícolas, los márgenes de la cría siguen siendo magros y el sustento de los precios está dado por la perspectiva de una valorización tanto inmobiliaria como del stock ganadero". No obstante, el analista indica que "hay límites en cuanto a la valorización de la tierra, que son dados por la rentabilidad" aunque reconoce que "subió 27% el precio de la vaca en un año y en 1997 los precios de los campos están en línea con ese aumento".
La jugada de Cresud, que la semana pasada anunció la compra de 50.000 hectáreas de campos ganaderos en Chaco y en Santa Fe a 500 u$s/ha confirmaría la buena perspectiva que se le reconoce al sector. Con menos promoción, las inversiones en tierras aptas para cría e invernada comienzan a ser una constante en el país y los precios se consolidan, según confirma Luis Belaustegui, de la firma Madero Lanusse Belaustegui. "Hasta no hace mucho tiempo, los precios de la tierra estaban acorde con la productividad -dice el empresario-. Actualmente hay mucha liquidez en el mercado y existe cierta presión de compra en buenas zonas."
"Los compradores son financistas e industriales, muchos de ellos vendieron sus empresas y vuelcan el dinero en el mercado de la tierra", dice Belaustegui, quien admite que históricamente la inversión externa llegaba a 5% del movimiento de la plaza aunque ahora dicho porcentaje se acrecentó.
Otros empresarios encargados de vender tierras productivas, como Alfredo Rodríguez Hunter, de Elizalde, Garraham y Asoc., si bien coinciden en que los precios muestran tendencia a mejorar, advierten que "cada campo es distinto y no siempre los precios reflejan la realidad ya que, pese a la baja de las cotizaciones de los granos, los campos agrícolas siguen muy pedidos aunque faltan buenas tierras". También reconoce que las compras muy promocionadas "rompen el mercado" y confunden a la gente.
"Los campos están caros en función de la rentabilidad actual", advierten otros analistas y se enfrentan a quienes sostienen que "los precios estaban muy retrasados". No obstante, vale aclarar que los precios locales de campos agrícolas (que fluctúan entre $ 1.800 y $ 4.200) aún se encuentran lejos de los valores que se pagan por buenos campos en las principales zonas de los Estados Unidos (en Iowa, por caso, a u$s 7000/10.000).
Antes las diversas opiniones se advierte que las recientes inversiones que apuntan al sector cárnico reposicionarían los precios en los próximos meses aunque, según las proyecciones, durante julio los valores se mantendrían estables. Hoy por hoy, inversores privados y pools apuestan a campos mixtos en el sur de Santa Fe, noroeste y centro-norte de Buenos Aires aunque no se descartan -ante la escasa oferta- los campos mixtos en Salta, Tucumán, San Luis y nordeste de Entre Ríos.
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