Artículos periodísticos

La Argentina será la gran reserva mundial de alimentos

por Domingo Di Nucci
El Cronista Agropecuario
Viernes 2 de Mayo de 1997

En los próximos 20 años la demanda mundial de granos, principalmente cereales, tendrá un crecimiento que casi duplicará el actual consumo. El mayor poder adquisitivo de los países emergentes, tomando a Asia como epicentro, provocará una explosión en la necesidad de generar alimentos. Mas allá de los datos que brinda la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), cuando señala que en el planeta sólo se utiliza el 11% de la superficie para la obtención de alimentos y que el 75% del área terrestre no es apta para el desarrollo y obtención de plantas y animales, el hombre, con su inteligencia, buscará resolver este problema por ahora complicado. El avance de la biotecnología, la adaptación de nuevas técnicas de manejo y fuertes inversiones en el sector alimentario (desde la etapa más primaria a la de mayor sofisticación) serán ingredientes de una fórmula capaz de alcanzar el equilibrio buscado. El peor enemigo que enfrenta la generación de riquezas está vinculado a la pérdida de fertilidad y estructura de los suelos y a las modificaciones que el ser humano provoca en el medio ambiente.

Ante este panorama, la Argentina se posiciona como un descollante actor. La feracidad de los suelos, la benevolencia del clima y las prácticas culturales que se emplean, que casi naturalmente respetan el equilibrio del sistema ecológico, auguran un porvenir en extremo alentador. El aumento de la capacidad de consumo en China e India, que en conjunto contienen al 33% de la población mundial, los convertirá en los mayores importadores de alimentos. La carne juega en este sentido un papel de gran trascendencia. Los cálculos más conservadores indican que de aquí al 2020, esta fuente de proteínas tendrá un crecimiento en el consumo superior al 75%. En las actuales condiciones económicas en que se desenvuelve el país, donde bajo el imperio de la estabilidad se generó confianza en el sector agropecuario -obsérvese el incremento en las ventas de maquinarias, utilización de insumos y mayores inversiones-- las oportunidades que se abren tienen hoy, límites insospechados.

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