Carlos Petroli
La Voz del Interior
10 de mayo de 1997
Tras una veda de más de 60 años, los consumidores norteamericanos volverán a degustar las cualidades de los bifes argentinos. Ocurrirá la semana próxima en una feria internacional que abrirá sus puertas en la ciudad de Chicago: desde el sábado, una comitiva integrada por productores y exportadores estará presente en lo que constituirá la avanzada del cupo de 20 mil toneladas que se ha comprometido a importar Estados Unidos, sumadas a las tradicionales compras de carne termoprocesada (corned beef) que ingresan desde nuestro país.
"Para nosotros esto constituye un hito histórico, porque desde la década del '30 no entraba carne fresca argentina a Estados Unidos y éste va a ser el virtual desembarco", señaló ayer a LA VOZ DEL INTERIOR Javier Martínez del Valle, director general de la Cámara Argentina de Productores de Carne Vacuna, durante una jornada que congregó a más de 500 empresarios y técnicos de la actividad en la estación experimental del Inta Manfredi.
La convocatoria estuvo destinada a analizar aspectos tecnológicos y económicos del negocio, procurando la integración de los distintos actores como eslabones de esta cadena productiva agroindustrial.
Oportunidad
"Estamos llenos de expectativas porque es la oportunidad de volver a un mercado y hacerlo con mucha fuerza", afirmó Martínez del Valle al comentar que, en este caso, se apuntará a un segmento que ofrece un buen potencial, como lo es la cadena comercial para el consumo de hoteles y restaurantes.
En la feria de Chicago se instalarán parrillas para la degustación de cortes por parte del público y de los especialistas, propietarios y gerentes de esos locales dedicados a la gastronomía.
"La carne ya fue madurada durante 30 días y el embarque se hará la semana próxima por vía aérea; fueron elegidos los novillos apuntando a dejar una muy buena imagen. Esta primera entrada será de carne argentina de primera, sin marca. Después, cada exportador podrá hacer su promoción individual", apuntó Martínez del Valle, quien descontó que en las próximas semanas se conocerá la habilitación definitiva de las autoridades norteamericanas para la apertura de ese mercado.
Al igual que Martínez del Valle, Hernán Wallace, funcionario del Procar (Programa de Promoción de las Exportaciones) sostuvo que el impacto posible que el mercado norteamericano tenga en los niveles de precio de la ganadería local de los próximos años, dependerá de la forma en que la Argentina pueda "lanzar" su producto en EE.UU., según el esfuerzo de marketing que haga.
"En la medida que la carne argentina sea comercializada cada vez más como una especialidad en el mercado no aftósico (EE.UU., Japón y Corea), mayor impacto tendrá sobre el precio de la hacienda", consignó.
Según Wallace, Argentina tiene más posibilidades que el resto de los países, por su potencial productivo. Un dato importante en este sentido es la enorme pérdida de competitividad australiana al no poder comercializar cortes individuales, por no tener un mercado alternativo para los sobrantes.
Además existen ya en proceso emprendimientos empresarios argentinos importantes con miras a posicionarse en el sector de la carne de alta calidad en EE.UU. Algunos de estos se basan en que el verdadero gusto argentino se logra sólo mediante la cocción a leña. "Pero sin duda que los efectos tardarán algunos años en reflejarse plenamente al productor", advirtió el técnico.
Sobre el mismo tema, Wallace consideró que el efecto en los precios ganaderos de la habilitación de la cuota norteamericana no se vería mayormente durante este año, debido a que en el comienzo la mayoría de este volumen se atendería con carne de poco precio (toro, vaca, garrón, recortes). No obstante, consideró importante que a partir de setiembre se espera una suba de precios en el mercado norteamericano, que haría aún más atractiva la exportación de carne sin gran valor agregado. Escenario
La realidad actual muestra que en Estados Unidos el comercio está en manos de empresas _muy pocas_ de gran envergadura, con un enorme poder de marketing. Sobre esta base, el país tuvo un gran crecimiento en exportaciones de alto valor agregado y en importaciones de carne para industria. El precio de la carne que importa es cuatro a cinco veces más barata que la que exporta.
Tanto Australia como Nueva Zelandia, y el vecino Uruguay, no han podido ingresar al mercado norteamericano con cortes de alta calidad. Es más, el país del norte está desplazando a Australia de los mercados de Japón y Corea. Estos datos muestran el contexto de competencia que deberá enfrentar la Argentina en los próximos años, pese a que ya dio el primer paso.
Pronóstico alcista para los precios
Una caída de la oferta combinada con la mayor demanda por parte de los principales mercados de exportación serán los detonantes de una mejora en los precios de la hacienda en el segundo semestre.
Esta fue la perspectiva de corto plazo que trazó durante la jornada que se concretó ayer en el Inta Manfredi, Hernán Tomás Wallace, técnico del programa de promoción de exportaciones (Procar) de la Secretaría de Agricultura de la Nación.
"La principal variable del mercado de carnes bovinas en este momento es la escasez de oferta de animales, tanto en el mercado de cría como de gordo", indicó Wallace, quien situó la baja en el stock ganadero de los últimos dos años en 3,5 a cuatro millones de cabezas, con un porcentaje de hembras en la faena de 43 por ciento en 1995-96.
Observó que en 1996 el precio del novillo registró una mejora promedio del nueve por ciento, con una leve disminución del consumo interno. Y el promedio del primer cuatrimestre de este año estuvo 2,5 por ciento arriba de igual período del año anterior. Siguiendo este razonamiento, mencionó que "una buena parte de la suba debida a la escasa oferta, que tuvo el condimento extra de la sequía, ya tuvo lugar, atenuada por una baja considerable en los precios de exportación".
Wallace estimó que en los próximos cuatro meses es dable esperar valores estables, en los niveles actuales (84-86 centavos) o ligeramente por debajo, dado que estarán disponibles los novillos de la parición del '95 "que fue muy buena" y con una faena similar al año anterior.
El faltante, indicó, comenzaría a advertirse a partir de agosto, momento desde el cual deberán esperarse valores (entre setiembre y diciembre) de entre 90 y 92 centavos el kilo vivo.
La principal escasez de oferta en los próximos meses se refiere al "factor extra": la disminución de 10-12 por ciento de animales gordos (vaquillonas en el segundo semestre y novillos en 1998), precisó.
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